
Esta foto corresponde a una habitación individual, es decir más ancha pero con la misma longitud y os puedo asegurar que no entiendo como pueden dormir en ellas los jugadores de Serbia. Una vez más, la federación actuó bien y rápido y cambio al equipo de hotel.
Este movimiento, por cierto, ha venido muy bien a un grupo de periodistas españoles que se alojaban en un hotel cercano que mas parecía un terrario, por la cantidad de arañas y otros insectos que había en las habitaciones y que desde hoy comparten hotel con nosotros.
Un hotel con unas vistas increíbles. Estoy escribiendo y levantando la vista hacia la ventana se aprecia esto

Uno de los edificios más altos del mundo, regalo de Stalin para pedir perdón a los polacos por lo que tardaron en liberar la ciudad de la ocupación nazi. Era la guerra fría y Stalin aprovecho este edificio de 242 metros para tratar de competir con los rascacielos de New York. Ahora, en Polonia, algunos piden su demolición por lo que representó en su día: el símbolo de la ocupación soviética.
La otra cara de nuestro hotel también tiene una vista idílica, nuestro instituto Cervantes.

Con estas palabras adornando su fachada, Amor, Beso, Hola, Chocolate, Fiesta, Abrazo, Bailar y Sonrisa
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