
Los resultados nos emparejan con las mejores selecciones, en cuartos Francia, en semifinales Turquía o Grecia y en la final Eslovenia o Serbia. ¿Por qué? Todo por una canasta. La que no metió Sergio Llull ante Turquía, o mejor dicho, como demuestran nuestros compañeros de Gigantes esta semana con una magnifica foto en su portada, la que no le dejaron meter. Y porque digo esto. Porque si hubiera entrado esa canasta ahora seriamos lideres de grupo, el jueves tendríamos descanso y el viernes nos esperaría Croacia. Vamos un camino infinitamente más fácil.
Los árbitros no quisieron pitar esa falta y ahora toca trabajar, aunque hay que recordar que esta selección fue campeona del mundo con el peor cuadro posible. En Japón eliminamos de manera consecutiva al campeón del mundo, serbia, a los dos últimos campeones de Europa, Lituania y Grecia y al campeón olímpico. Así que tranquilos y a jugar.
Mañana más…
No hay comentarios:
Publicar un comentario